El Palacio de Aguirre es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, en la confluencia de las calles Duque y San Diego, que lo delimitan, y la plaza de la Merced. Ha sido siempre un emplazamiento urbano importante en el desarrollo de alguno de los acontecimientos más destacados en la vida social y cultural de Cartagena, como por ejemplo durante los actos procesionales religiosos de la Semana Santa.

     La cúpula de la cara achaflanada de esta arquitectura es casi una referencia en el paisaje urbano de Cartagena, así como la combinación de piedra y ladrillo de sus fachada y la profusa decoración cerámica de las cornisas.

     La piedra caliza, la piedra de Novelda, el ladrillo agramilado en los entrepaños y las cerámicas de aire Rococó son los materiales base utilizados en la decoración exterior, en un juego continuo de colores y acabados.

     La fecha de conclusión del edificio está labrada en su puerta de entrada, así como unas abejas algo estilizadas que se consideran símbolo del trabajo y la laboriosidad y referente del momento histórico de ebullición económica y riqueza de las empresas mineras de Cartagena.

Titularidad: Comunidad Autónoma

Grado de Protección:1-BIC.

Periodo: Siglos XIX-XX.