El 9 de diciembre de 1900, siendo Alcalde de Cartagena Mariano Sanz Zabala, en la calle Gisbert se colocó la piedra inaugural de las primeras escuelas graduadas de España. Estas "Escuelas" serán el origen de los actuales Centros de Enseñanza (Colegios e Institutos), pues hasta entonces el uso y costumbre de los maestros era impartir la docencia por igual a alumnos de variada edad y nivel en sus propias casas.
La obra fue encargada al arquitecto municipal Tomás Rico Valarino. Es una construcción articulada en tres ejes, en cuyo paño central se eleva un piso que se remata con un frontón, que cobija un emblema alegórico.
La revista La Construcción Moderna dirá como nota destacada: 'las dependencias son grandes, ventiladas, recibiendo a torrentes la luz por grandes ventanas, como manda la higiene'. De las Heras señala que uno de los principales problemas de la época era la insalubridad, y por ello se buscaba crear espacios amplios, con gran ventilación, que permitiera la circulación del aire.
En el edificio se organizaron dos Escuelas Graduadas, con cuatro aulas cada una, compartiendo un aula aquellos alumnos que pasaban por las cuatro anteriores. Ambas ramas tenían los mismos programas y el mismo concepto de educación integral.
Tras su rehabilitación, fue reabierto en 1995 como centro de usos sociales y culturales.