Sin duda la obra de Orrente se encuadra dentro del ámbito estilístico del barroco más puro. Se ha hablado mucho de la influencia en su obra de las formas y detalles de los Bassano, de Leandro, a quien conoció pero particularmente de las obras de Jacopo.
Sin embargo, esta influencia, que lo llegaría a definir como el Bassano español, no es compartida por muchos que llegaron a considerarlo un mero copista.
Opiniones de sus coetáneos
Maino, tras su estreno en la catedral de Toledo con San Ildefonso dándole el Velo a Santa Leocadia, llegó a decir de él "Muestra este cuadro tal franqueza en las tintas, energía en las actitudes, y manejo del pincel, que me parece un trabajo incomparable".
Pacheco, por su parte, se limitó a definir su estilo como "una manera propia y peculiar suya, formada por el natural". Jusepe Martínez decía de él "fue hombre de mucha estimación, que se trató con mucha grandeza y ganó muchos ducados", comentario que podría explicar la extraordinaria movilidad del pintor así como su gran producción.
Valoración artística
Como podemos apreciar los juicios artísticos sobre su figura eran bastante encontrados ya en su época. A pesar de que resulta innegable la inspiración que le brindaron otros autores en temas y composiciones, en cuadros como El sacrificio de Isaac o El Martirio de Santiago el Menor ofrece muestras de la madurez de un arte propio, incapaz, eso sí, de sustraerse al ethos último de la pintura barroca.
De manera que estamos si no ante una figura enteramente original si al menos ante un excelente pintor que representa en sus pinturas de manera magistral los temas y preocupaciones que envuelven a la cultura de su época, manifestadas en composiciones desgarradas, tinturas oscuras y temas alejados de la armonía renacentista.
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