Las torres, en la arquitectura militar, eran un elemento imprescindible para el flanqueo de las murallas antes de la aparición de la pólvora. Las torres solían tener varios pisos practicables levantados sobre otro macizado, y su terraza estaba almenada para proteger mejor al soldado de las armas arrojadizas.
Cuando la torre, en una fortaleza, aparece construida de mayor tamaño que el resto y exenta del recinto amurallado, se puede convertir en una torre del homenaje. Ésta se constituía como un símbolo de poder sobre todo el espacio al que dominaba desde las alturas, y era el último bastión donde resistir un ataque.
Con la aparición de la artillería, las torres desaparecieron de la muralla, transformándose en baluartes. Pero su arquitectura se adaptó bien a la acción de la pólvora en emplazamientos exentos en la costa, donde la acción de su cañón disuadía del desembarco enemigo en algún punto concreto.
Torre de Cope Águilas
Torre Chichar de Aledo Aledo
Torre del Obispo Alguazas
Torre de Gañuelas Alhama de Murcia
Torre de los Templarios Caravaca
Torre de Mata Caravaca
Torre de la Azohía Cartagena
Torre Rubia Cartagena
Muralla de Carlos III Cartagena
Muralla Púnica Cartagena
Torre del Moro Cartagena
Fortaleza del Mayorazgo de Ascoy Cieza
Torre Vieja o Castillo de los Moros Fortuna
Torre del Rico Jumilla
La Torrecilla Lorca
Torre de Mena Lorca
Muralla de Molina de Segura Molina de Segura
Torre o Ermita Vieja de la Puebla Mula
Torre de la Puebla de Mula Mula
Molino del Batán Murcia
Portazgo Inferior Murcia
Torre Alcayna de Churra Murcia
Torre del Esparragal Puerto Lumbreras