Cultivos de vides y albaricoqueros [Abarán_Hoya del Campo]
Cultivos de vides y albaricoqueros

Esbozo histórico de la vida en el campo murciano

En el siglo XIX, muchas zonas del campo murciano, como los secanos del oeste, aparecen superpoblados. Las familias eran muy numerosas y se esparcían en caseríos, aldeas y casas de labor o cortijos aislados.

La mayor parte de ellas eran humildes y compartían costumbres muy singulares y arraigadas, así como una estrecha convivencia basada en la necesidad y la conciencia de comunidad.

Los campos murcianos asistían a la necesaria cohabitación de diversas actividades, de entre las que la agricultura y la ganadería eran las principales, aunque también existían pequeñas industrias artesanales y variados oficios que vivían del campo y que los campesinos necesitaban.

Eran hombres y mujeres honrados, sobrios y dignos de admiración, que trabajaban a la intemperie en inhóspitos lugares y muchas veces bajo condiciones climáticas extremas. Pero cuando llegaba la primavera, la belleza bañaba sus campos, convertidos en mosaicos de colores de trigales, cebadas y avenas, los rebaños pastaban perezosos y los agricultores araban y veían granar sus cosechas y prosperar sus negocios.

Ámbito geográfico

Desde el Altiplano Jumilla-Yecla con sus campos protagonizados por el cultivo de la vid, pasando por los secanos de la zona oeste de la Región de Murcia, con sus mosaicos de trigales, cebadas y avenas, hasta la comarca del Campo de Cartagena, las familias campesinas murcianas decimonónicas trabajaron con dureza y amor la tierra para sacarle todo su jugo.