Exterior Casa Cueva [Foclore_Vida en el campo]
Exterior Casa Cueva
Cortijo en Otos 1
Cortijo en Otos 1
Arno Klinkhamer

El aprovechamiento de los materiales del entorno

Aldeas, caseríos, casas de labor y casas cueva componían el hábitat rural murciano. Se adaptaban a los factores orográficos y climáticos y aprovechaban los materiales de su entorno, como la arcilla y la piedra caliza sin labrar, para su construcción.

La elección de estos materiales constructivos en el campo indica una clara dependencia del medio físico.

Casas-Cueva

Son uno de los ejemplos más destacados de la capacidad de adaptación de la arquitectura popular al medio físico. Se trata de viviendas excavadas en la roca en una zona de desnivel sobre materiales blandos y lo suficientemente compactos para quedar libre de derrumbes. La fachada solía ser de mampostería para facilitar la ventilación.

Se las puede todavía contemplar en el Campo de Molina de Segura, en pedanías como Comala, Albarda, Rincón del Conejo y Rellano, donde muchas de ellas cuentan con una antigüedad superior a ciento cincuenta años.

Existen también testimonios de estas peculiares moradas trogloditas en otros enclaves del campo murciano, como Lorca y Puerto Lumbreras.

Las casas-cueva presentan en su interior un vestíbulo que acoge el tinajero y la cocina-hogar. Las habitaciones se van incrementando conforme va aumentando la familia. La cuadra puede aparecer fuera o dentro de la casa.

Estas peculiares viviendas cuentan en sus alrededores con elementos dedicados a las labores agrícolas y domésticas, como son el horno, el aljibe y las parcelas de cultivo.

La gran ventaja de las casas-cueva reside en que gozan de una temperatura constante y agradable durante todo el año, en torno a los 18 ºC.

Casas de labor

Son casas típicas del campo de secano murciano. Suelen constar de dos pisos, de los que el inferior está formado por la casa donde habita la familia propietaria, con amplia entrada y espacioso porche, y otras dependencias como almacenes, cuadras, pocilgas y conejeras. En la parte superior se encuentran los graneros y los dormitorios.

La mayor parte de estas casas suelen contar con un palomar y con un aljibe, elemento imprescindible de subsistencia de estas casas de labor de secano.

Son abundantes en el Altiplano Jumilla-Yecla, donde aparecen dispersas en los campos y alejadas unas de otras.

Algunas eran verdaderas casas señoriales, como la del Huerto de las Bombas en Murcia y la Torre de los Marqueses en Espinardo.

Cortijo de labradores

Es típica de los campos de secano del oeste de la Región de Murcia. Es una vivienda, pero también es una herramienta de trabajo y en ella no pueden faltar las cuadras, pajares, graneros, cochineras, gallineros, conejeras, palomares, cobertizos para ganados, porches o corrales para carros, trillos, arados, trahajillas, herramientas, así como sus caballerías para montar, trasportar o trabajar las tierras.

Casa majuelera

En un tipo de vivienda rural típica del Altiplano. Se trata de una finca de pequeños propietarios y su nombre deriva de la importancia vinícola de la zona. Cuando el agricultor adquiría unos terrenos, construía esta sencilla morada en la que animales y personas compartían el mismo techo y plantaba el manjuelico (viñedo).

Este tipo de casa servía de morada eventual al agricultor, pero en la época de recolección se trasladaba a ella con su familia.

Casas cúbicas del Campo de Cartagena

Son típicas de esta zona, realizadas con los materiales de la tierra, como roca caliza con argamasa de cal, techo plano y cubierta de cañizo con impermeabilizante de pizarra.