Molino del Campo de Cartagena [Folclore_Vida en el campo]
Molino del Campo de Cartagena

Campos de secano del Oeste de la Región de Murcia

La base fundamental de la economía en los campos de secano de la Región de Murcia era la agricultura y la ganadería. Pastores y muleros, ganaderos y agricultores eran los que poblaban y daban vida a estos campos.

Todos los demás oficios vivían al amparo de ellas, aunque algunos, como herreros, recoveros, comerciantes, sacerdotes y maestros, fueran indispensables.

Los hombres salían muy temprano de mañana para dirigirse a las parcelas de cultivos y las mujeres les preparaban la comida que se llevarían en las alforjas para poder recuperar fuerzas en la dura jornada agrícola.

Para estas familias murcianas el trabajo era un sagrado deber al que dedicaban todo su tiempo y esfuerzo.

La modesta economía de los habitantes de las casas-cueva

La agricultura, basada en al trilogía mediterránea: olivo, vid y cereal; y la cría de sus animales domésticos, como conejos, cerdos y gallinas, les reportaban los productos alimenticios para la subsistencia, apoyando su modesta economía doméstica en la práctica de una pequeña industria artesanal de lazos de albardín y zapatillas de esparto.

De la oliva obtenían el aceite en la almazara y de la vid el vino para autoconsumo, que ellos mismos elaboraban criando y pisando uva.

Los molinos del Campo de Cartagena

La vida rural en la vasta llanura que se extiende desde las sierras de Mazarrón y Carrascoy, hasta el Mar Menor y Mediterráneo, se basaba en la agricultura de secano con cultivos como el algarrobo, cereales, almendro, olivo e higuera, el pastoreo, la minería, la caza, la pesca y la extracción de sal.

Los habitantes de este campo supieron aprovechar las aguas del subsuelo y la presencia de unos vientos constantes y fuertes para construir molinos donde moler los productos del campo y extraer agua.

Los molinos podían ser harineros, para elevar agua, esparteros y salineros, y todos se caracterizaban con sus velas triangulares en lugar de las clásicas aspas.

El molino más significativo del Campo de Cartagena fue el del agua, debido a la escasez hídrica de la comarca.