Torre Pacheco se ha caracterizado a lo largo de su historia por contar con una serie de personajes ilustres que han prestigiado su nombre, educados en el ambiente de una localidad que supone un legado cultural de siglos de desarrollo humano en la zona.
Ejemplo de esto es la figura de Luis Manzanares, pachequero universal que dedicó parte de su obra a su pueblo natal, el cual consideraba su "patria chica".
Otro personaje a destacar es Luis Pacheco de Arróniz, Deán de la Catedral de Murcia y Capellán de Felipe III, fue una auténtica personalidad del mundo religioso murciano de ls siglos XVI y XVIII.